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terça-feira, 27 de abril de 2010
Los mercados apuestan a que Portugal será la próxima Grecia
La primera crisis del euro
Los mercados apuestan a que Portugal será la próxima Grecia
El Gobierno de Sócrates rechaza que haya semejanzas con la crisis helena
FRANCESC RELEA - Lisboa - 25/04/2010
Portugal ha vivido una semana bajo el fuego intenso en los mercados financieros. Una presión que ha llevado a la economía lusa a ingresar en el grupo maldito de los diez países con seguros de protección al incumplimiento de la deuda pública (en inglés, credit default swaps) más costosos, lista negra donde sólo le acompañan Grecia e Islanda entre los países europeos. La prima de riesgo respecto al bono alemán también alcanzó máximos desde la creación de la zona euro. Y sólo tras la petición de ayuda de Grecia del viernes, que dará paso al paquete de rescate de la UE y el Fondo Monetario Internacional, amainó el temporal.La profundidad de la crisis y el peligro de que Portugal siga los pasos de Grecia configuran el debate de estos días. Algunos economistas advierten que la situación no es tan grave y arremeten contra los ataques especulativos, mientras el Gobierno y la oposición están enzarzados en la eterna discusión sobre recorte del gasto o subida de impuestos para cumplir el objetivo de reducción del déficit establecido en el Plan de Estabilidad y Crecimiento presentado a Bruselas. "Portugal está en una situación incomparablemente mejor que Grecia", pero los especuladores "se vuelven contra nosotros porque huelen sangre", ha dicho José Silva Lopes, ex gobernador del Banco de Portugal.
Por su parte, Vítor Bento, consejero de Estado y presidente de la Sociedad Interbancaria de Servicios (SIBS), considera que "Portugal está más cerca de Alemania que de Grecia si se tiene en cuenta la calificación y los vencimientos de deuda".
El Gobierno socialista de José Sócrates propone un aumento de la presión fiscal para reducir este año el déficit del 9,4% al 8,3%. El plan gubernamental incluye un incremento del 20% a las plusvalías inmobiliarias; aumento del Impuesto a las Personas Físicas (IRS) del 42% al 45% para los ingresos colectivos superiores a 15.000 euros; congelación de las prestaciones sociales no contributivas hasta 2013 (bono a la familia, subsidio de desempleo, complemento social para ancianos, entre otras); y aumento de la edad de jubilación de los funcionarios a 65 años. Actualmente puede jubilarse con 62 años y seis meses quienes cuentan con 25 años de servicio.
El Partido Social Demócrata (conservador), principal fuerza de la oposición, propone como alternativa al aumento de impuestos un recorte de lo que llama "gastos inútiles del Estado" de 1.700 millones de euros, que significaría el 1% del PIB, aunque de momento no ha dado mayores precisiones sobre dicho reajuste.
Los pronósticos de diferentes gurús sobre la situación portuguesa han ido de mal en peor desde que el pasado 15 de abril, Simon Johnson, antiguo economista jefe del Fondo Monetario Internacional, y Peter Boone, investigador de la London School of Economics escribieran en el New York Times que la situación de Portugal es tan dramática como la de Grecia. Ambos autores dibujaron un cuadro tremendo al afirmar que los dos países "están económicamente al borde de la bancarrota", y su situación es igual o más grave que la que padeció Argentina en 2001 con la suspensión de pagos y la crisis del corralito. En referencia a Portugal, reprocharon el excesivo gasto de los últimos años hasta acumular una deuda del 78% del PIB a finales de 2009, que en 2012 podría llegar al 108% si aplica su plan de estabilización.
La conclusión de Johnson y Boone es para salir corriendo. Portugal esperará a que la situación vaya a peor y entonces irán a Bruselas a pedir dinero. La UE tendrá, nuevamente, que acudir al rescate hasta que alguien se canse de ser el salvavidas de los países más débiles. "Los alemanes serán, probablemente, los primeros".
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